jueves, 22 de noviembre de 2012

DINASTIA SUI



Tras un tumultuoso período de los tres reinos (regímenes Wei, Shu y Wu), el cual se caracterizó como un período de desunión entre los años 220 y 589, nace la Dinastía Sui que logra unificar nuevamente al país en el año 581 d. C. durante un corto período de 38 años. A pesar de su reducido reinado, esta Dinastía se caracterizó por la implementación del proyecto del Gran Canal que uniría la ciudad de Hangzhou con Beijing, fusionando el país de sur a norte. Esto implementó el crecimiento económico gracias a las facilidades que otorgaba esta obra civil, facilitando el comercio en todo China, y permitiendo también un gran intercambio cultural.

Por otro lado, también se caracterizó por implementar un censo en la población, documento histórico que fue de gran ayuda para los estudios posteriores, como también un nuevo sistema de administración de las regiones sureñas. Este período fue gobernado por tres dirigentes: Sui Wendi (del 581 al 604), Sui Yangdi (del 605 al 617) y Sui Gongdi (del 617 al 618). Durante el gobierno del primer Emperador, se caracterizó por la gran expansión del budismo en China, dado a que éste era partidario de la religión, otorgando un gran progreso por todos sus dominios.

El segundo Emperador de la Dinastía Sui  se caracterizó por su gran ambición y la fundación de la segunda capital en Luoyang, para complementar con la construida por su antecesor en Chang´an (Xi´an). Gracias a su gran codicia, Yangdi generó una gran decadencia en el gobierno, llevándolo a su fin tras la subida de Gongdi  al mando.

Tras años de rebelión, los Sui fueron finalmente sucedidos por los Tang. En 624, Li Shimin convenció a su padre, LiYuan, para que se rebelara y él mismo lideró el ejército victorioso. Li Yuart se convirtió así en el primer emperador Tang y acabó abdicando en favor de su hijo, que fue rebautizado como Tang Taizong.
Bajo Taizong y otros primeros emperadores de la dinastía Tang, China se alzó como un país fuerte y centralizado cuyo imperio confiaba mucho menos en la aristocracia que en el funcionariado. En el año 690, Wu Zetian se convirtió en la cabeza de la dinastía, lo cual es importante porque fue la única mujer de la historia en ser proclamada emperador (o emperatriz) de China.

Bajo el emperador Xuanzong (685-762), China entró en una edad de oro cultural, con la aparición de la ópera china y el florecimiento de la poesía, la pintura y la escultura. La invención de la impresión mediante grabados en madera conllevó una mayor difusión de textos escritos, gracias a lo cual au mentó la tasa de alfabetización. La familia imperial también adoptó el budismo como religión oficial y, desde entonces, este pasó a formar parte permanente de la cultura china.

La innovación no se detuvo tampoco a la caída de la dinastía Han. Las dinastías sucesivas trajeron nuevas ideas. Inventaron el estribo, por ejemplo, que permitió a los jinetes ganar control y estabilidad y dio a la caballería china ventaja en la guerra, al menos por un tiempo.

Bajo la dinastía Tang, que se impuso en 618 d.C., China desarrolló cosas bellas, como la porcelana, e ingeniosas, como una imprenta de tipos móviles que Europa no conocería sino centenares de años después. Además, los chinos inventaron la pólvora, y la usaban en la guerra hacia el año 1000 (en el capítulo 16 hay más información sobre los adelantos militares como la ballesta, el estribo y la pólvora).

 El gobierno imperial se convirtió en un mero formalismo y el poder pasó a manos de los gobernadores y cortesanos locales. Los tibetanos también derrotaron a los chinos en Asia Central y hubo más rebeliones en el siglo IX. Hacia el año 907 la dinastía Tang se había desintegrado y siguió un período de agrias guerras civiles que duraron hasta el año 960.

EL GRAN CANAL: Iniciado por los Sui y completado por los Tang, el Gran Canal fue una empresa de enorme envergadura. Se extendía unos 800 Km. desde el río Amarillo al Yangtsé, y unja las principales ciudades y capitales del norte con las áreas arroceras y artesanas del sur. El viaje por los caminos de norte a sur era difícil, y las travesías por mar estaban repletas de peligros como tifones y piratas El canal permitía transportar las mercancías a larga distancia con mucha seguridad y unía las regiones del centro y el norte de China.

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