viernes, 24 de agosto de 2012

NOÉ BÍBLICO Y GILGAMECH

Muchas personas conocen la historia bíblica del Arca de Noé, pero pocos conocen la existencia de un relato sumerio en muchos puntos idéntico al del Génesis judeocristiano. La Biblia, como cualquier texto que fuera escrito en la historia de la humanidad, es una fuente histórica. Como todas las fuentes, debe ser analizada con una de las herramientas más afiladas del historiador: criterio. Los hechos relatados en la Biblia no están ahí para ser comprobados, en lugar de ello, hay detalles que un historiador puede valorar, como la forma de vida de sus personajes, sus trabajos, los pueblos que existían y sus costumbres. Así como la mitología nos habla del carácter de los griegos sin que sea real, la Biblia también tiene cosas que decirle a un buen historiador.
La noticia pintoresca del día es que un grupo de documentalistas y exploradores evangelistas afirma haber encontrado los restos del Arca de Noé en el monte Ararat (Turquía), a unos 4.000 metros de altura. El grupo dio una conferencia de prensa explicando que la prueba del carbono 14 dató el descubrimiento en 4.800 años. “Hay una tremenda cantidad de evidencia de que esta estructura es el Arca de Noé”, sentenció Gerrit A alten, uno de los “descubridores”. Lo cierto es que existen cosas mucho más interesantes desde la historia que andar buscando, o inventando, Arcas de Noé por la vida. Por ejemplo, la asombrosa similitud entre dos relatos.
La historia del Arca de Noé, de cómo fabricó un inmenso barco para salvar la vida animal y humana durante una inundación divina que ahogó un mundo de pecadores, fue escrita en el Génesis. Pero existe otro mito, anterior y muy similar, que proviene de la literatura mesopotámica. En el Poema de Gilgamesh, la epopeya sumeria que además es la narración más antigua que conocemos, se describe cómo el dios babilonio Ea decide eliminar a los humanos y a otros animales del planeta con una gran inundación que será conocida como “el fin de toda la carne”. Elige a Utnapishtim(también Ut-napishtim, o Ziusudra, o Atrahasis) para construir un arca y salvar algunos humanos y animales. En los dos textos encontramos importantes similitudes:

§  El Génesis describe cómo la humanidad se había vuelto pecadores y débiles, indignos ante Dios. En el Poema de Gilgamesh, eran demasiado numerosos y ruidosos.
§  En ambos relatos, los dioses deciden enviar una inundación a gran escala para arrastrar todo a su paso.
§  Ambos dioses eligen a un hombre sabio y recto, Utnapishtim, o Noé.
§  Los dos dioses ordenan a su héroe que construya un arca gigante de madera
§  Ambas arcas debían ser cerradas con fuerza
§  Ambas arcas tenían varios compartimientos internos
§  Ambas arcas tenían una única puerta central y al menos alguna ventana
§  En las dos arcas irían el héroe, junto con algunos humanos y animales seleccionados
§  Una gran lluvia cubriría la tierra con agua
§  Las dos arcas permanecerían en una montaña del Cercano Oriente
§  En los dos relatos, el héroe envía pájaros en intervalos regulares para que encuentren tierra seca en las cercanías
§  Los dos primeros pájaros retornaron al arca, el tercero no regresa, señal de que había encontrado tierra seca
§  Los “héroes” y sus familias dejan el arca, asesinan un animal en un ritual como sacrificio a los dioses
§  Dios (o los dioses mesopotámicos) huelen la carne chamuscada del sacrificio
§  El héroe es bendecido
§  Los dioses babilónicos parecen estar genuinamente arrepentidos. El Dios de Noé muestra algo similar, porque promete no hacerlo de nuevo.

Considero que los sumerios fueron instruidos por una raza superior, llamada los ANNUNAKI y su poema o realmente la historia que cuenta el mismo tiene una similitud increíble, pero pensemos esto la iglesia no puede dar crédito a esta historia sumeria menos relacionarla con los pasajes de la Biblia, que hacen referencia a el Arca de Noé pero la realidad es que no es coincidencia estamos hablando del mismo hecho que ocurrió hace ya algunos milenios. Ahora bien  los sumerios dejaron en tablas de barro escritos y dibujos que ni la ciencia actual puede determinar como el hecho de que tenían conocimiento de nuestro sistema solar, ya que sabían de la existencia de Plutón y ese planeta se descubrió el siglo pasado pero como podíamos explicar eso si en esos tiempos, no existía la tecnología que hay hoy en día, yo pienso que fueron los visitantes de otros planetas llamados por la biblia ángeles chequemos las demás culturas y todos tuvieron ayuda divina o en realidad ayuda extraterrestre los egipcios, los mayas, los aztecas y las figuras de Nascar Quien pudo sembrar esto en diferentes puntos y muy distantes uno de otro y en diferentes épocas?.
El poema de Gilgamesh nos plantea cuestiones esenciales para la vida del ser humano: ¿Por qué tenemos que morir? ¿Qué sentido tiene la vida si al fin y al cabo vamos a morir? ¿Hay alguna forma de obtener la inmortalidad?...Son preguntas de gran envergadura difíciles de contestar o incluso sin respuesta, pero lo que no deja lugar a dudas es que el hombre siempre ha mantenido ciertas inquietudes independientemente del contexto o de la época en que se viva. 
Además, introduce otra serie de temas como son el valor de la amistad (representada por Eriduk y Gilgamesh), el poder de la venganza (ejemplificada en Ishtar), entre otros. También es muy interesante la concepción del mundo basada en la arbitrariedad de los Dioses y la existencia de otros seres sobrenaturales. Esto explica el carácter de una religión basada en la naturaleza (de este modo, se explican todo tipo de fenómenos naturales).



EL ZIGURAT Y LA TORRE DE BABEL

Muchas son las consideraciones que nos hacen pensar en que hay una relación directa entre el pasaje bíblico de la construcción de la Torre de Babel y la presencia en Mesopotamia de los zigurats, montañas artificiales, orgullo del poder y la técnica de sus pueblos. Incluso se puede afinar un poco más y establecer la relación directa entre el zigurat de la ciudad de Babilonia (Etemenanki) y el citado pasaje bíblico, conocida la inquina con la que la cultura hebrea la toma con la ciudad de Babilonia, entonces ejemplo indiscutible de grandiosidad, riqueza, prosperidad y desarrollo, pero también la ciudad en la que los judíos se ven obligados a asentarse después de la primera gran diáspora producida en el año 586 A.C, tras la destrucción del reino de Judá por Nabucodonosor II.
La Biblia, redactada entre los siglos VI al II A.C. es producto de muy diversas procedencias textuales y culturales, pero prevalecen notablemente las mesopotámicas. Por eso es constante en los textos bíblicos la relación de sus pasajes con lugares o episodios relacionados con la cultura mesopotámica: desde la localización del Paraíso, entre los grandes ríos mesopotámicos; hasta la presencia de los Reyes Magos de Oriente, en realidad astrólogos persas; sin olvidar el tema del Diluvio Universal, estrechamente relacionado con numerosos textos sumerios y babilonios, muy anteriores a la redacción del Génesis; o la pugna del pueblo judío con todos sus vecinos (egipcios, filisteos, asirios o babilonios), que como tales enemigos no dejan de ser sinónimos del pecado.
El episodio de la Torre de Babel aparece en el Génesis, primer libro de los que componen el texto sagrado de la Biblia, y en él se cuenta la experiencia de los judíos supervivientes que después del Diluvio se asentaron en una tierra cuyos habitantes dijeron: “vamos a cocer ladrillos al fuego. Construiremos una ciudad y una torre que llegue hasta el cielo”. Observando Dios lo que hacían, pensó: “Mientras sean un solo pueblo con una sola lengua, lo que proyecten lo realizarán. Confundamos su lengua y provoquemos malentendidos entre ellos”, lo que según la Biblia finalmente hizo fracasar el proyecto.
La correlación entre la construcción a base de ladrillo cocidos, la elevación de una torre que llegara al cielo, y las fechas probables en las que se redacta este episodio, justo en el momento de la cautividad en Babilonia (S. VI A.C.), explican esa supuesta relación con los zigurats, visto desde la perspectiva judía como la muestra de soberbia de un pueblo que les había vencido y humillado, y que por ello, sólo podía esperar la ira de su Dios.
Si hasta ahora, de una forma esquematizada y en distintos artículos, se ha hecho una pequeña síntesis de las características arquitectónicas de los templos en las principales civilizaciones de mundo antiguo, clásico y medieval, me dispongo ahora, y a modo de conclusión, a exponer la relación entre la forma de los templos y la religión, el pensamiento y la cultura de los pueblos que los construyeron para venerar a sus dioses.
En primer lugar, creo que es importante recordar las diferencias formas de concebir y de sentir el mundo de las civilizaciones antiguas y clásicas, que quedan perfectamente definidas con el paso de una concepción de la realidad arquetípica y de ciclo repetitivo, que llamamos discurso mítico, a una concepción donde, mediante la observación de la realidad, el hombre trata de encontrar una explicación del mundo y de los fenómenos de la naturaleza, y de la naturaleza humana, a partir de la reflexión y de la observación de causas inmediatas o finales, sin buscar referencias en los mitos; es lo que llamamos discurso lógico. Introduciré el ejemplo de los antiguos egipcios para ilustrar mejor qué quiero decir cuando hablo de discurso mítico.
Los egipcios tenían una visión cósmica del mundo, cualquier cosa significativa estaba inmersa en la vida del cosmos, y la función del rey era, precisamente, mantener la armonía de esta integración. Para los egipcios, el mundo real estaba constituido por objetos que responden a arquetipos y por acciones que repiten actos primordiales, es decir, en ambos casos, por imitaciones o por repeticiones, por un eterno retorno. La religión era el elemento vertebrador de sus sociedades: todo era sagrado y su discurso era eminentemente mítico. En el discurso mítico, todo era trascendente; el hombre no conocía ningún acto que no hubiese sido vivido antes por otro ser humano; lo que hacía ya había sido hecho por otro antes que él. Nada tenía valor por sí mismo. Tanto los objetos como las acciones del hombre eran arquetipos de un tiempo primordial. El mito, y con él el rito, era el medio por el que repetían y recordaban el arquetipo celeste, o sea: el principio. Así pues, los concepto de historia y de tiempo, tal como los entendemos nosotros, no tienen sentido y quedan anulados puesto que todo suceso remite a un tiempo ya vivido en el tiempo primordial. Y aquí radica su importancia.
En las sociedades de discurso mítico, el espacio dedicado al hábitat humano, en el sentido más amplio (ciudades, aldeas, casas, templos o palacios) reproduce el cosmos, está hecho a imagen del cosmos. Es, en realidad, un microcosmos, reflejo de la estructura del universo entero; es una síntesis de éste. La sacralidad de los templos, pirámides o zigurats se identifica con el hecho de ser el centro o el eje del mundo (axis mundi), arquetipo por excelencia porque es el punto central y origen de la creación.
La función de los zigurats y su simbolismo permanecen aún como uno de los secretos sin desvelar de las culturas mesopotámicas. El gran arqueólogo H. Frankfort, sostenía que el zigurat es una aunque quizás sea la más significativa de las múltiples simbolizaciones de la montaña sagrada considerada como dentro y eje del mundo; el zigurat sería una puerta abierta al cielo, una búsqueda de la divinidad que, de la misma manera que en las catedrales góticas, se manifiesta a través del principio de elevación".

PORQUE SI VENIMOS DE ÁFRICA PORQUE SOMOS RACISTAS

La ciencia ha demostrado algo, todos los seres humanos que viven hoy día en la tierra descienden de una única mujer ancestral (denominada Eva mitocondrial) y de un único hombre ancestral (denominado adán cromo somático). O sea que la ciencia demostró que todas las razas descienden de una misma rama de mujer y de una misma rama de hombre, por lo tanto, todos somos "hermanos" ancestrales.
Así que las razas se debieron formar por aclimatación y no por diferencias "evolutivas" como originalmente se pensaba.
Por lo tanto, según la ciencia... una más de las tantas mentiras que circulan en la red sobre la Biblia y que encuentra eco sobre todo en personas que no les interesa estudiar.
Según los diferentes estudios que han hecho los científicos, la humanidad apareció en África (si blancos, todos ustedes descienden de seres humanos de piel negra) y como es costumbre en todas las razas, emigró. De esta manera los humanos que colonizaron el norte africano, Europa y el Oriente Próximo evolucionaron para soportar las condiciones, en algunos casos su piel palideció por la falta de sol o sus testículos se encogieron por el frío, se volvieron deformes y rechonchos por tener híbridos con los hombres de Neanderthal. Desarrollaron una tecnología mucho más avanzada que la del resto del mundo, así, mientras en Oriente construían las primeras casas, los blancos se dedicaban a vandalizar las paredes de las cuevas con inútiles dibujos de animales y graffitis. 
Durante la Edad Media, los blancos europeos vivían en la oscuridad. El arte y la cultura florecían de mano de los árabes, chinos y namekianos. Por esta razón, los cristianos hartos de que los musulmanes se rieran de ellos por usar el tenedor para quitarse las impurezas de entre los dientes convocaron la primera cruzada con el pretexto de liberar Tierra Santa de los infieles. Así tras perder en los seis de los siete combates disputados abandonaron toda esperanza de recuperarla. Con la llegada del renacimiento un revival por todo lo griego y romano llenó Europa de un aire nuevo y propicio un resurgimiento cultural. La Edad de los Descubrimientos provocó una salida masiva de blancos de Europa en todas las direcciones gracias a las pestes y las persecuciones de religión. 
Realmente todos sabemos que el racismo y la discriminación racial es toda y cualquier forma que impone la superioridad o inferioridad entre grupos étnicos que dé a algunos el derecho a dominar o eliminar a los demás, presuntos inferiores, o que haga juicios de valor basados en una diferencia racial. De este modo el racista suprime sus derechos civiles, sociales, políticos y humanos. El racismo se publicita desde casi toda la historia de la humanidad. 
La discriminación racial es un concepto que suele identificarse con el de racismo y que lo abarca, aunque se trata de conceptos que no coinciden exactamente. Mientras que el racismo es una ideología basada en la superioridad de unas razas o etnias sobre otras, la discriminación racial es un acto que, aunque suele estar fundado en una ideología racista, no siempre lo está. En este sentido hay que tener en cuenta que la discriminación racial positiva (cuando se establecen discriminaciones con el fin de garantizar la igualdad de las personas afectadas), constituye una forma de discriminación destinada a combatir el racismo. 
El racismo suele estar estrechamente relacionado y ser confundido con la xenofobia, es decir el "odio, repugnancia u hostilidad hacia los extranjeros". Sin embargo existen algunas diferencias entre ambos conceptos, ya que el racismo es una ideología de superioridad, mientras que la xenofobia es un sentimiento de rechazo; por otra parte la xenofobia está dirigida sólo contra los extranjeros, a diferencia del racismo. El racismo también está relacionado con otros conceptos con los que a veces suele ser confundido, como el etnocentrismo, los sistemas de castas (en la edad colonial, a la mayoría se los clasificaba en: mestizos, zambos, mulatos, etc.), el clasismo, e incluso la homofobia. 
Las actitudes, valores y sistemas racistas establecen, abierta o veladamente, un orden jerárquico entre los grupos étnicos o raciales, utilizado para justificar los privilegios o ventajas de las que goza el grupo dominante. 
La antigüedad 
El racismo se practicaba desde la antigüedad y la esclavitud tuvo mucho que ver. Los griegos se consideraban como una raza superior a sus esclavos y sobre todo estaba vigente la superioridad ante los extranjeros pero no por su aspecto "racial”. Los grandes filósofos griegos reconocían en los egipcios (a los que describían como negros) a representantes dignos de la civilización. En la Edad Media las personas negras estaban asociadas a la riqueza del mundo islámico y numerosos santos fueron negros, mientras que, hasta la Edad Moderna, los cristianos persiguieron a los judíos por su religión, y no por atribuirles una condición étnica o "racial". 
Si bien era habitual que las culturas antiguas manifestaran rechazo y desprecio hacia otros pueblos y hacia los extranjeros, el racismo como tal, es un concepto moderno que tiene sus primeras manifestaciones en Europa y las colonias españolas en América, durante la Edad Moderna. 
Unas de las primeras formas que actuaba el racismo, según las fuentes históricas, apareció en el siglo XV en España. La ideología fue llamada “Limpieza de Sangre“. Se ordenó la persecución, expulsión y muerte de cualquier judío de España. Muchos de estos se convirtieron al Cristianismo Católico para obtener los privilegios que los demás católicos de España. Entonces surgieron los “Estatutos de Limpieza de Sangre”. Estos establecían la investigación genealógica de las personas con fin de determinar si tenían “sangre” judía, mora o hereje. A estos de les prohibían ingresar a cualquier institución en toda España. Esto significo el primer uso de formas de discriminación como estrategia de marginación. 




LA NUEVA BABILONIA (NUEVA YORK)

La civilización babilónica, que duró desde el siglo XVIII hasta el VI a.C., era, como la sumeria que la precedió, de carácter urbano, aunque se basaba en la agricultura más que en la industria. El país estaba compuesto por unas doce ciudades, rodeadas de pueblos y aldeas. A la cabeza de la estructura política estaba el rey, monarca absoluto que ejercía el poder legislativo, judicial y ejecutivo. Por debajo de él había un grupo de gobernadores y administradores selectos. Los alcaldes y los consejos de ancianos de la ciudad se ocupaban de la administración local.
Los babilonios modificaron y transformaron su herencia sumeria para adecuarla a su propia cultura y carácter. El modo de vida resultante demostró ser tan eficaz que sufrió relativamente pocos cambios durante aproximadamente 1.200 años. Influyó en sus países vecinos, especialmente en el reino de Asiria, que adoptó la cultura babilónica prácticamente por completo. Afortunadamente, se ha encontrado una colección importante de obras de literatura babilónica gracias a las excavaciones. Una de las más importantes es la magnífica colección de leyes (siglo XVIII a.C.) frecuentemente denominada Código de Hammurabi, que, junto con otros documentos y cartas pertenecientes a distintos periodos, proporcionan un amplio cuadro de la estructura social y de la organización económica.
En los últimos días la Biblia habla acerca de una ciudad dominante que es el mayor centro de comercio que será destruido en una hora. El Misterio de Babilonia la Grande. Las iglesias les dirán que se está refiriendo al Vaticano. El Señor me mostró hace varios años como en los últimos días Babilonia es Norteamérica. Incluso lo he visto en los Códigos de la Biblia, cómo Norteamérica es, de hecho, esta profetizada Babilonia de los últimos días.
Para mantener el punto de vista de que esta Babilonia se trata del Vaticano, tendríamos básicamente que ignorar el 98% de las Escrituras que se refieren a esta y aferrarte a un solo verso que puede ser fácilmente desacreditado debido a la mala interpretación de un término en un verso que puede ser fácilmente aclarado. Así de distorsionada es toda la teoría del Vaticano de la mayoría de las iglesias y de los ‘gurús’ de la prédica de hoy en día cuando se trata de Apocalipsis 17 y 18. ¿Por qué? ¿Por qué desean ellos enfocarse en otro lugar en vez del lugar del que la Biblia está verdaderamente hablando?
No hay otra ciudad o nación en la tierra que pueda llenar esos requerimientos más que los Estados Unidos de Norteamérica. Hay algunos que sostienen el punto de vista de que estos pasajes se refieren sólo a la ciudad de New York. De hecho, estos se refieren a ambas, tanto a la ciudad de New York como a toda la nación. El término “ciudad” traducido del idioma griego significa ciudad o nación. En este ejemplo, se está refiriendo a una nación dirigida por su ciudad principal, la cual es la ciudad de New York, y en otras se refiere a la nación misma. Y si no están convencidos, vuelvan atrás a leer las profecías otra vez acerca de la última gran nación sobre la tierra.
Los Códigos de la Biblia confirman que Norteamérica es Babilonia, y que las bestias que vienen gobernarán aquí, estarán aquí y tomarán el control y destruirán este país en su camino hacia el gobierno mundial desde Jerusalén.
¿No es sorprendente que haya más de 100 profecías de que una sola súper poderosa nación en los últimos días podría cumplirlas y las iglesias les dicen a ustedes que Norteamérica no es mencionada en las profecías de los últimos días? Insano.
Ni el Vaticano, ni Europa ni ninguna otra cumple estas profecías. La Única Súper Potencia ahora son los Estados Unidos, y en los últimos días, en los cuales nos encontramos, la única súper potencia del mundo que permanece son los Estados Unidos. No hay tiempo suficiente para que se levante otra nación y cumpla con todos esos requerimientos y se convierta en la única superpotencia del mundo. Muchos catedráticos afirman que la Iglesia Católica Romana es el Misterio de Babilonia, basados en un verso en Apocalipsis Capítulo 17, el cual ha sido mal interpretado por ellos. El Misterio de Babilonia son los Estados Unidos, amigos. Y una vez ustedes lo reconozcan, rápidamente aprenderán cuán dominante Norteamérica es en las profecías de los últimos días y cuál es la verdad en cuanto a ellos.
El término ramera es en referencia a la palabra griega “porne” la cual es usada para la palabra pornografía. En el griego esta también es usada para referirse a relaciones sexuales impropias lo que podría significar cualquier cosa sexual que ocurra fuera del matrimonio. Para los judíos, quienes consideran su relación con Dios como un matrimonio, el término entonces podría ser usado como adorando a otro dios o deidad. En otras palabras, adoración de ídolo.
Otro razonamiento es que esta nación se ha ido fuera de Dios y se ha alineado a si misma con algo o alguien más. En Norteamérica, el Satanismo y la hechicería se han vuelto dominantes, sin mencionar su alineación con las alienígenas y las fuerzas de Satanás a cambio de tecnología. Norteamérica tiene más de 129 bases subterráneas. ¿Cuántas de ellas están siendo usadas conjuntamente por la milicia y las alienígenas? Al menos 32 incluyendo la Base Dulce, en Dulce Nuevo México, y muchas otras a través de todo el país.
Nueva York es la segunda aglomeración urbana del continente. Es el centro del área metropolitana de Nueva York, la cual está entre las aglomeraciones urbanas más grandes del mundo. Desde finales del siglo XIX es uno de los principales centros mundiales de comercio y finanzas. Nueva York está considerada como una ciudad global dada sus influencias a nivel mundial en los medios de comunicación, política, educación, entretenimiento y moda. La influencia artística y cultural de la ciudad es de las más fuertes del país. Además, en ella se encuentra la sede central de la Organización de las Naciones Unidas, lo que la convierte en un importante punto de las relaciones internacionales.
La similitud entre Babilonia y New York es mucha  ya que, es el mismo imperio lo único que en épocas diferentes, la capital del comercio mundial en diferente época todas las personas se reúnen ahí el poder económico es igual pero con diferentes artículos y con diferente moneda.


NUESTRA HISTORIA EVOLUTIVA, EN LOS GENES

En su intento de desvelar la historia biológica del hombre moderno, la ciencia moderna ha proporcionado en los últimos años diversas clases de pruebas que merecen una especial atención.
Hasta hace dos décadas, y durante más de un siglo, los fósiles han sido los protagonistas indiscutibles en el escenario que trata de reconstruir el pasado evolutivo de la Humanidad. Pero ese cuadro ha cambiado drásticamente, gracias al extraordinario desarrollo de la Biología molecular y de la Genética, y muy especialmente desde que en los años ochenta se hizo posible la secuenciación del ADN de las células. Ahora son los genes, actuales o antiguos, los que reclaman ese protagonismo, pues en ellos se encuentran al parecer las claves de nuestro pasado.
La filogenia molecular ha encontrado una amplia gama de marcadores genéticos que están abriendo, en efecto, nuevas y muy prometedoras perspectivas. Los investigadores tratan de “leer” en los genes la información que explicaría el origen y posterior dispersión de los linajes moleculares de las mujeres –“escritos” en el ADN mitocondrial– y de los hombres –en el cromosoma Y–, así como el ulterior desarrollo de las migraciones humanas que se han venido produciendo desde nuestros orígenes. Con ese telón de fondo, tuvo lugar el pasado mes de abril en el Museo de la Ciencia de Barcelona un simposio en el que se dieron cita algunos de los más destacados expertos en la materia.
 En su intento de desvelar la historia biológica del hombre moderno, la ciencia moderna ha proporcionado en los últimos años diversas clases de pruebas que merecen una especial atención. Una de ellas proviene del estudio de los genes contenidos en las mitocondrias (ADN mitocondrial, o ADNmt), que se transmiten sólo por vía materna. La tasa de cambio por mutaciones del ADNmt es bastante más alta que la del ADN del núcleo de las células, ya que las mutaciones no se pierden en las recombinaciones de las copias de los genes que se transmiten a la descendencia. Por esta razón las secuencias de nucleótidos del ADNmt, juntamente con su transmisión uniparental, aportan información muy valiosa para cuantificar la divergencia genética de las poblaciones humanas en función del tiempo.
 La reconstrucción de nuestra historia biológica, a partir del análisis de los genes de las poblaciones actuales, se basa en el hecho de que personas distintas tienen versiones distintas de un mismo gen. Seleccionando varios genes en personas de orígenes geográficos distintos y analizando las diferencias genéticas entre ellas, se puede calcular el tiempo transcurrido desde el comienzo del proceso de diferenciación. Y a partir de ese origen es posible también reconstruir la genealogía de la Humanidad.
 Si, como parecen indicar los datos genéticos, el origen del hombre moderno aconteció en África, cabe esperar que las poblaciones africanas muestren entre sí una mayor heterogeneidad genética que las poblaciones de otras partes del mundo. Efectivamente, eso es lo que sucede, tal como ya puso de manifiesto el estudio llevado a cabo en 1986 por Cann, Stoneking y Wilson, de la Universidad de California en Berkeley, uno de los grandes hitos en la historia de la Biología evolutiva moderna.
 Otra prueba proviene de los estudios multidisciplinares dirigidos durante los últimos años por L. L. Cavalli-Sforza, de la Universidad de Stanford. Gran parte de su trabajo se ha centrado en la correlación que existe –y que es, no cabe duda, sorprendente– entre la distribución de genes y de lenguas en el árbol filogenético de las principales etnias humanas.

África, cuna de la Humanidad
La hipótesis conocida como Eva mitocondrial dio mucho qué hablar a la comunidad científica a finales de los ochenta, tras la publicación del estudio llevado a cabo por el equipo de Wilson. Dicha hipótesis proponía que toda la humanidad desciende de un tipo de mujer que vivió en África hace entre 190.000 y 200.000 años. Esa mujer sería muy pronto conocida como Eva negra. En realidad, se hablaba de una población (un tipo de mitocondrias), y no de un individuo concreto, como a veces parece sugerir la literatura científica.
Es bien sabido que casi todos los investigadores de nuestros orígenes comparten posturas decididamente neodarwinistas, es decir, poligenistas: la Humanidad actual descendería, según esta hipótesis, de una población más o menos numerosa de individuos, y no de una pareja inicial, como afirman los defensores del monogenismo. Francisco Ayala (Universidad de California en Irvine) piensa que el número de mujeres de las que supuestamente descendemos los humanos actuales nunca fue inferior a mil, ni superior a cinco mil.
En todo caso, esta clase de apreciaciones no pasan de ser suposiciones basadas en cálculos estadísticos y simulaciones por ordenador que quizás tienen poco que ver con lo que realmente ocurrió. Y es que la historia de Adán y Eva el “mito”, suele decirse en círculos poligenistas, o sea, de la pareja que funda una especie, es hoy posible para la biología. Lo ha sido, en efecto, en otras especies, como lo demuestran las 600 variedades genéticas de moscas drosófilas que viven actualmente en Hawai, descendientes todas ellas de una sola hembra fecundada.
Lo que sí se sabe a ciencia cierta es que, pese a las diversas explicaciones que intentan desvelar los posibles mecanismos de especiación, los científicos siguen buscando respuestas al que, todavía hoy, sigue siendo el problema central de la biología de la evolución: ¿Cómo nace una especie? Cuestión que se torna aún más compleja cuando nos interrogamos acerca de nuestra propia historia evolutiva: ¿Cómo nació la especie humana? Desde el punto de vista científico, no se puede negar a priori, ni tampoco afirmar, que toda la humanidad descienda en su origen más remoto de una única pareja, y que en tiempos más recientes, hace unos 150.000 ó 200.000 años, el suelo africano estuviese ya poblado por varios miles de (Evas mitocondriales) descendientes de esa primera pareja.




ARTE PREHISTÓRICO

A pesar de la labor que vienen realizando los arqueólogos y prehistoriadores, el arte prehistórico es todavía hoy, un desconocido en torno al cual se formulan diversas hipótesis, muchas veces controvertidas. Son muy numerosas las interrogantes que plantea su estudio, incluso si se trata, como nuestro caso, de un simplemente acercamiento a los orígenes de las manifestaciones artísticas del hombre.
Es bien sabido que la prehistoria, como disciplina científica, surgió en los años postreros del siglo XIX, marcada por el ambiente intelectual que ofrecían las teorías evolucionistas. Los descubrimientos de los últimos años del siglo XI, especialmente los referidos del arte parietal, que causaron confusión y reacciones escépticas entre los estudiosos de Europa.
Se ha discutido el hecho de que algunos comportamientos conocidos del ´´ hombre de Neanderthal´´, identificado con las culturas que sirvieron de tránsito entre el paleolítico y paleolítico superior, entre el 125. 000 y 35.000, tuvieran intención artística. No cabe duda, sin embargo, de que los orígenes del arte están relacionadas con la actividad del Homo sapiens sapiens, cuya capacidad intelectual era en todo análoga a la del hombre actual. La necesidad de comunicación y de creación son los aspectos que pueden ponerse en relación con los orígenes del arte, un lenguaje más, entre los utilizados por el ser humano
Desde la prehistoria el hombre trató de reproducir en las paredes de las grutas las formas de los animales que habí­a observado, logrando representar sus movimientos, la masa y la forma de los cuerpos; así­, nace este arte que es uno de los primeros practicados por el ser humano, que siempre ha procurado representar los objetos como sus ojos los veí­an. El hombre a través del tiempo deja su huella traduciendo la impresión que le transmite un objeto reproduciendo su forma, su tamaño y su volumen, bien por medio de un trazo, como en el arte egipcio, griego y japonés, bien sugiriendo sobre todo el aspecto del relieve por el juego de las sombras y de la luz; este último modo de expresión es ya visible en los frescos de Pompeya y en los artistas del Renacimiento italiano, como Leonardo De Vinci.
En términos generales, este arte se ha desarrollado en función de las condiciones de existencia de cada época, de cada cultura y de los progresos y conocimientos acerca de los instrumentos y técnicas utilizadas por los artistas. 
Las manifestaciones pictóricas de esta época son llamadas pinturas rupestres. Estas pinturas se han localizado en diversas regiones del mundo, generalmente en las paredes de cuevas y cavernas, alcanzando grandes dimensiones. La pintura rupestre responde a la expresión de una cultura cazadora, se le atribuye un carácter mágico í¢â‚¬" religioso porque se presume fueron realizadas como rituales para conseguir buena cacerí­a. Las figuras que pintaban eran de animales, estas primeras manifestaciones plásticas en el principio eran lí­neas trazadas con los dedos sobre las partes blandas de las paredes de la cueva, luego interviene el color, rojos y negros mayormente.

Arte Egipcio 
Esta civilización posee una sensibilidad artí­stica innata; resulta ser un medio excelente para transmitir un mensaje estético, creando un ambiente cargado de religiosidad; en ella se observa la pureza de la lí­nea, la armoní­a de las formas, el equilibrio compositivo y una gran gama de colores que la hacen atractiva, mágica, natural y contemplativa. Con respecto a la representación de la figura humana, esta se caracteriza por los siguientes rasgos: Ley de Torsión o Frontalidad: cabeza, brazos y piernas de perfil; hombros, ojos, vientre y pies de frente. Se destaca la silueta de la figura. Es detallista. Utiliza trazo seguro y firme. Superposición de figuras y gran colorido, logrando diversos tipos de armonías. Representación de escenas de la vida real. Carácter decorativo en atención a que ella es empleada en las paredes de templos, tumbas y palacios. 

Arte Mesopotámico
El arte de Mesopotamia está constituido por varias etapas artí­sticas determinadas por la diversificación de pueblos que dominaron este territorio. Los creadores del estilo artístico son los sumerios, estilo que será continuado por los semitas, consiguiendo el máximo esplendor en los periodos asirio y babilónico. 
Dentro de la arquitectura mesopotámica se desarrollaron ciertos monumentos, que fueron el templo, el palacio, la muralla y la tumba. Dentro de la escultura, se desarrollaron tanto las estatuas como el bajorrelieve. Y dentro de la pintura y relieve se puede decir que las obras eran cromáticamente pobres y la temática se basaba en escenas de guerra y de sacrificios rituales con mucho realismo. Predominaban los símbolos cuneiformes.
El arte goza hoy día de una amplia red de estudio, difusión y conservación de todo el legado artístico producido por la humanidad a lo largo de su historia. Durante el siglo XX han proliferado las instituciones, fundaciones, museos y galerías, de ámbito público y privado, dedicados al análisis y catalogación de las obras de arte, así como su exposición a un público mayoritario.

EVOLUCIÓN Y CREACIÓN

Durante la Prehistoria se inició el proceso que daría resultado al Origen del Hombre. La prehistoria es el periodo anterior a la aparición de la escritura, por alrededor del año 4000 A.C. Su estudio depende del análisis de documentos no escritos, como restos de herramientas, armas, pinturas, desechos y huesos (restos fósiles). Fue durante la Prehistoria que se originó el género HOMO, del cual se originaria el hombre, apareció entre 4 y 1 millón de años A.C. La Prehistoria puede dividirse en dos etapas de la evolución del hombre prehistórico:
- Edad de Piedra (500.000 a.c. - 5.000 a.C.), que a su vez se subdivide en Paleolítico, Mesolítico y Neolítico; donde el hombre aun utilizaba herramientas hechas de piedra en sus actividades.
- Edad de los Metales (5.000 – 4.000 a.C.) , agrupa a la Edad de Cobre, Edad de Bronce y Edad de Hierro; aquí el hombre desarrollo sus herramientas al fabricarlas de metal.
Esta división de la Prehistoria es evolucionista, y hay merecido que muchos investigadores impugnaran esta visión. Ellos han afirmado que existe una gran diversidad cultural entre los grupos humanos y que, antes de un determinado problema, cada hombre se organiza de un modo, lo que resulta en diferentes culturas. De ahí se concluye que ciertos grupos humanos pueden haber simplemente acelerado en las etapas de evolución más rápido que otras civilizaciones, lo que los habría colocado en superioridad tecnológica sobre otras culturas, y habría originado las grandes imperios antiguos. 
El Origen del Hombre
La falta de información limita el conocimiento acerca del origen del hombre. Las primeras investigaciones datan del final del siglo XIX; y muchos descubrimientos de restos humanos fósiles ocurrieron de modo casual, no siempre realizadas por especialistas.
El descubrimiento de rasgos culturales comunes en grupos humanos separados indica que, probablemente, aparecieron varios grupos humanos en regiones diferentes desarrollando autónomamente.
De modo general, decimos que hay un tronco común del cual se originaron los grandes simios (pongidae) y los homínidos (hominidae). En determinado momento de la evolución, los dos grupos se separaron y cada uno presento su propia evolución. Los pongidae dieron origen a los gorilas, chimpancés y orangutanes; los hominidae o hominidos dieron forma al actual homo sapiens (hombre actual).
La evolución humana
Los Australopithecus
Es el homínido más antiguo que se conoce. Fue encontrado en la región de África del Sur y los estudios han revelado que vivió entre 1 millón a 600 000 años A.C. A pesar de su cráneo pequeño, poseía rasgos característicos de los hominidos. Era bípedo y postura erecta.
El Homo Hábilis 
El homo habilis vivió hace unos 2,5 millones de años y fue contemporáneo al Austrolopithecus, pero con una capacidad craneana mayor. El homo habilis (llamado así por sus destrezas en la fabricación de herramientas de piedra - "hombre hábil"). Estos hominidos incluyeron la carne en su alimentación, lo que les suministro proteínas y calorías para el desarrollo cerebral.
El Homo Erectus
Fue llamado por su descubridor, Eugène Dubois , Pitecanthropus Erectus (hombre-mono erguido), este hominido vivió entre los años 500.000 - 200.000 A.C. El homo erectus, como ahora se le denomina, poseía maxilares macizos y dientes grandes, mayor cerebro que su antecesores y mejor adaptado a la postura erecta al caminar, por eso su nombre.
Algunos ejemplos de Homo Erectus

I - javanthropus – (Hombre de Java): 1,5 metros de altura.
II - Sinanthropus – (Homo Pekinenses): Descubierto en china. Junto al esqueleto habia una gran cantidad de cuchillos, raspadores y puntas, lo que demuestra el elevado estadio de desarrollo del Homo erectus pekinensis
III - Hombre de Heidelberg: Homo heidelbergensis
El Homo Neanderthalensis
Este hominido fue hallado en Neanderthal, Alemania. Hubo descubrimientos similares en Francia, yugoslavia, Palestina y África del sur. Debe haber existido hace unos 120.000 a 50.000 A.C.
Este hominido poseía capacidad craneana elevada y ya vivía en cavernas. El hombre de Neanderthal nos dejo innumerables huellas de su existencia.

Hombre de Cro-Magnon (Homo Sapiens)
Con el hombre de Cromagnon o Cromañon el hombre llega al estadio de Homo Sapiens (hombre actual) alrededor del año 40.000 a.c., este hombre poseía altura acentuada, miembros rectos y pecho amplio, como también mayor capacidad craneana hasta entonces, lo que demostró a través del arte, la magia y la vida social.
El surgimiento de la agricultura se dio entre los años 8000 a 5000 a.c. (revolución Neolítica), cuando el hombre dejo su vida nómada, sedentarizandose en los márgenes de los ríos y lagos, cultivando el trigo, cebada y avena. En esta época también se logro la domesticación de las ovejas y el ganado bovino, optimizando el suministro de alimentación. Luego surgieron los primeros aglomerados urbanos "COMUNIDAD PRIMITIVA", con finalidades principalmente defensivas, donde no existía la propiedad privada y los vínculos eran de sangre, idioma y costumbres.

Durante la Edad de los Metales (5.000 a 4.000 a.C.), el cobre paso a ser fundido por el hombre, luego fue combinado con el estaño, lo que permitió la obtención del bronce, resultado de la aleación de cobre y estaño. Alrededor del año 3000 A.C, se produce la Edad de Bronce en Egipto y en la Mesopotamia, siendo esta técnica muy difundida hacia otros pueblos La metalurgia de hierro se inició alrededor del año 1500 A.C., en el Asia Menor, lo que ayudo decisivamente para la supremacía de los pueblos dominantes de la antigüedad.
Cuando se dio el Origen del Hombre, luego se formarían tribus, clanes, aldeas, pero cada pueblo con su propia cultura y civilización, que deben ser comprendidas en su momento histórico exacto, de lo contrario no estaríamos haciendo historia, y si tratando de demostrar la superioridad de la civilización occidental.
Evolución del hombre